lunes, 4 de agosto de 2014

VIOLENTO TERREMOTO SACUDE LA ISLA EL 4 DE AGOSTO DE 1946




Un violento terremoto ha sacudido la isla de Santo Domingo, causando grandes daños especialmente en la región nordeste registrándose un trágico balance de daños y víctimas todavía sin cuantificar.
    Al momento del mismo se celebraba en la ciudad capital el 450 aniversario de la fundación de Santo Domingo.
    En Santiago, Moca y La Vega, edificios y casas han sufrido daños de consideración.
    El gobierno contempla la posibilidad de prohibir la exportación de artículos alimenticios para garantizar el abastecimiento de productos a las zonas afectadas, entre Samaná y Puerto Plata.


  Asimismo fueron enviadas brigadas de salvamento y sanitarias con socorristas voluntarios para atender a los heridos y evitar la propagación de enfermedades.

4 de agosto de 1946
Devastador terremoto con epicentro en la Bahía Escocesa de la República Dominicana con intensidad 8.1 en la escala Richter, produjo un tsunami y se sintió en todo el país donde causó daños estructurales en Puerto Plata, San Francisco de Macorís, Salcedo, Moca, La Vega, Santiago, San Pedro de Macorís, Monte Plata y Santo Domingo.

Las réplicas del 8 de agosto y del 21 de agosto fueron tan fuertes como el sismo provocando un pánico general en 1946 se registró 1200 réplicas del terremoto.
La mayoría de los muertos se debieron a un maremoto generado por el movimiento telúrico en el fondo del mar que prácticamente sepultó las comunidades de Matanzas y Matancitas, en el municipio de Nagua, provincia María Trinidad Sánchez, al Nordeste del país.

Los expertos recomendaban la colocación de boyas especiales con censores para transmitir información durante el maremoto y educar a la población residente en zonas de peligro sobre que hacer en caso de nuevo terreno o temblor de tierra muy fuerte.

Nagua es una ciudad ubicada por debajo del nivel del mar, localizada al nordeste del país, limita al sur con las provincias Juan Pablo Duarte y Santa Bárbara de Samaná, al oeste con la provincia Espaillat, al norte el Océano Atlántico, al este la Bahía Escocesa .

Como es costumbre en la República Dominicana nunca se supieron las cifras exactas porque fueron minimizadas por orden del dictador Rafael Leonidas Trujillo.
Los poblados más afectados fueron Matancitas, Nagua, El Juncal, Punta Morón, Las Cañitas, Río Boba, El Bajío, Samaná, Sánchez, Sabana de la Mar, Río San Juan y Miches. El terremoto estuvo localizado en la latitud 18 grados, siete minutos Norte y en la longitud 69 grados y 17 minutos Oeste.
En las partes bajas, el mar penetró arrasándolo todo, viviendas y árboles, dejando varias lagunas, transformando el curso de los ríos en  las proximidades de sus desembocaduras y aislando algunos los arrecifes y acantilados, que se desplomaron en enormes masas.

-DAÑOS A LA ZONA COLONIAL
El terremoto de 1946 causó graves daños en la zona colonial de la ciudad de Santo Domingo.
Numerosas edificaciones (léase casas de dos plantas) y viviendas de particulares situadas en esa zona resultaron destruidas o muy dañadas por el sismo.

La puerta principal de la iglesia de Nuestra Señora de las Mercedes sufrió una rotura que recorrió casi toda su altura, así como una gran grieta en el testero.
La edificación del antiguo Real Convento de los Dominicos sufrió daños de consideración, resultando destruido su campanario.

Las ruinas del Monasterio de San Francisco fueron conmovidas y cubiertas por montones de piedras y por otros materiales desprendidos.
Las calles que circundaban el muelle de la capital resultaron agrietadas y se cayeron las paredes de la edificación donde se alojaban los celadores de aduanas.

Se reportaron grandes daños ocasionados por el sismo en Moca, Santiago de los Caballeros, San francisco de Macorís y en los pequeños poblados localizados en las costas del Noroeste.
En Higüey, la imagen de Nuestra Señora de la Altagracia tuvo que ser trasladada de sitio por el peligroso estado en que quedó el templo en donde se guardaba la venerable imagen de la patrona de los dominicanos.

Los pobladores de Matanzas y de Nagua (Julia Molina) fueron los que más sufrieron por los estragos causados por el terremoto del 4 de agosto de 1946.
Las aguas del mar penetraron violentamente en la villa de Matanzas, causando graves daños.
En Nagua no quedó una sola vivienda que no resultara dañada por el sismo.
Ese terremoto fue el cuadragésimo tercero sentido en la isla desde la llegada de los conquistadores españoles hasta esa fecha.

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