Rio Masacre,
testigo mudo pero vibrante
Monseñor Diómedes Espinal de León, obispo de la diócesis Mao-Montecristi, cuando oficiaba la misa en la Iglesia Nuestra Señora del Rosario. (Foto cortesía del padre Guillermo Perdomo, SJ)
POR GONELL FRANCO DAJABON.- El obispo de la diócesis Mao-Montecristi, monseñor Diómedes Espinal de León, pidió perdón ayer al pueblo haitiano por la masacre de 1937, durante una misa oficiada en la zona fronteriza con motivo de la festividad de la patrona del municipio, Nuestra Señora del Rosario.
Espinal de León recordó que la masacre de esa época fue algo horroroso. Dijo que en nombre de la Iglesia Católica y del pueblo dominicano pedía perdón al pueblo de Haití" (Hasta aquì la cita"
Haciendo un apretado resumen del mismo para no cansar a los bloggers, que son alèrgicos a los textos largos, aquì algo de lo que nos dice el autor sobre este hecho:
Es probable que las primera ideas polìticas conscientes por parte de Trujillo incluyen el designio de sojuzgar a Haitì de una manera u otra.
Continuadas pero inconexas negociaciones en busca de un arreglo fronterizo recibieron nuevo impulso en octubre de 1933, cuando Trujillo se encontrò con el presidente Vincet en las poblaciones fronterizas de Ounaminthe y Dajabòn, situadas frente por frente a una y otra a orillas del Masacre. Con tal motivo se creò una comision para que se ocupase de las cuestiones retantes...
"...La labor de la Comisiòn para el arreglo fronterizo prosiguiò y pronto adelantò lo suficiente como para que una delegaciòn dominicana se trasladase a Haiti con el objeto de discutir los detalles finales de las negociaciones".....
..."Trujillo tuvo la satisfacciòn de ver como se daba su nombre a una de las principales calles de la capital haitiana, la Grand Rue. Trujillo acompañò a Vincent a la frontera noroestana, y el 17 de abril ambos asistieron a una fiesta efectuada en Monte Cristy...."
La cordialidad imperante en el curso del tiempo y al calor del acuerdo fronterizo, habìa sido asombrosa..."Bajo la placida superficie de estos acontecimientos, se estaban planeando en secreto extrañas cosas. Durante 1936 y 1937, Trujillo se consagrò sistemàticamente a la tarea de urdir un complot dirigido a socavar el règimen haitiano."...El ajuste fronterizo no habia terminado atomàticamente con todas las violaciones por parte de los campesinos, que apenas entendian los conceptos de soberanìa y fronteras. Algùn tiempo antes, Trujillo habìa solicitado que los haitianos intrusos fueran repatriados, y el Gobierno de Port-au-Prince tenìa conciencia de la situaciòn y la consideraba con inquietud."...
El 2 de octubre se encontraba en Dajabòn, y en una reuniòn pùblica declarò, en tèrminos violentos, que las violaciones haitianas no serìan toleradas. ...Encontràndose en Montecristy, sumido en las tensiones del momento y los rumores acerca de las muertes ocurridas durante los ùltimos dìas, le llegò a Trujillo la noticia de que sus màs importantes agentes secretos en Haitì habìan sido descubiertos y liquidados. El complejo de circunstancias adversas fue demasiado para el mantenimiento de su control. Los elementos irracionales e impulsinos de su caràcter emergieron a la superficie, dando de lado toda cautela y sujeciòn. Fue en tan dramàticos momentos cuando Trujillo ordenò emprender las famosas matanzas que irìan por siempre asociadas a su nombre"...
"...En Monte Cristy, otro numeroso grupo de haitianos fue obligado a marchar a punta de bayoneta, con los brazos atados, hasta la extremidad del muelle, donde fueron ahogados mediante el sencillo expediente de impujarles a las profundas aguas..."En Dajabòn sobre la orilla del Massacre, miles de haitianos fueron derribados a machetazos y a tiros de rifle cuando trataban de refugiarse en la antigua zona. Los cadàveres obstruìan el rio. Miles de ellos se amontonaban en los oscuros vallejos, en las calles de las aldeas, en los caminos vecinales y en la apacible y verde campiña. Regueros de sangre corrìan por los polvorientos caminos rurales de un lado a otro de la frontera. La sangre goteaba de los carros que transpotaban los cadàveres a distantes barrancales, para no dejar rastro de lo ocurrido...."
Leemos en el periòdico "HOY", de la fecha, el siguiente
titular, "OBISPO PIDE PERDON POR LA MATANZA DEL 1937", del cual
sòlo hemos copiado la parte que nos interesa, para poder hacer un "breve"
comentario mas exhaustivo e històrico sobre este hecho que en verdad fue
sobrecojedor y terrible, pero tanto o igual que los excesos del "Emperador"
Dessalines, y los cuàles precisamente colocamos en este blog, y que todo el que
conozca someramente "Historia Patria", saben de lo que hablamos.
--"El obispo Espinal de León dijo
en la misa que matanza fue horrorosa."Monseñor Diómedes Espinal de León, obispo de la diócesis Mao-Montecristi, cuando oficiaba la misa en la Iglesia Nuestra Señora del Rosario. (Foto cortesía del padre Guillermo Perdomo, SJ)
POR GONELL FRANCO DAJABON.- El obispo de la diócesis Mao-Montecristi, monseñor Diómedes Espinal de León, pidió perdón ayer al pueblo haitiano por la masacre de 1937, durante una misa oficiada en la zona fronteriza con motivo de la festividad de la patrona del municipio, Nuestra Señora del Rosario.
Espinal de León recordó que la masacre de esa época fue algo horroroso. Dijo que en nombre de la Iglesia Católica y del pueblo dominicano pedía perdón al pueblo de Haití" (Hasta aquì la cita"
Robert D. Crassweller, autor del libro "TRUJILLO, LA
TRÀGICA AVENTURA DEL PODER PERSONAL", trata en el capìtulo XI, Pag..
163, este penoso tema, con el nombre: "Haitì: Intriga y
Matanza"...
Haciendo un apretado resumen del mismo para no cansar a los bloggers, que son alèrgicos a los textos largos, aquì algo de lo que nos dice el autor sobre este hecho:
"....La contraparte de Trujillo en la elegante manciòn
presidencial, de reluciente blancura, que se levanta en medio del Campo de Marte
en Port-au-Prince, era Stenio Vincent, un mulato de piel clara, perteneciente a
la sociedad culta. Dictador benèvolo y hàbil, su administraciòn se basaba en la
cooperaciòon de la Garde d´Haiti. En general, Vincent era un hombre bueno y
amable, deseoso de evitar disputas y, naturalmente, no estaba por encima de las
trapisondas habituales.
Es probable que las primera ideas polìticas conscientes por parte de Trujillo incluyen el designio de sojuzgar a Haitì de una manera u otra.
Continuadas pero inconexas negociaciones en busca de un arreglo fronterizo recibieron nuevo impulso en octubre de 1933, cuando Trujillo se encontrò con el presidente Vincet en las poblaciones fronterizas de Ounaminthe y Dajabòn, situadas frente por frente a una y otra a orillas del Masacre. Con tal motivo se creò una comision para que se ocupase de las cuestiones retantes...
"...La labor de la Comisiòn para el arreglo fronterizo prosiguiò y pronto adelantò lo suficiente como para que una delegaciòn dominicana se trasladase a Haiti con el objeto de discutir los detalles finales de las negociaciones".....
..."El 27 de febrero de 1935, Vincent devolviò a Trujillo
la visita que realizara en noviembre del año anterior, se suscribiò un acuerdo
en Santo Domingo, todo lo que quedò fueron firmas y la ratificaciòn de un
protocolo formal, que incorporaba el acuerdo, Esto sucediò en la primavera de
1936"...
..."Trujillo tuvo la satisfacciòn de ver como se daba su nombre a una de las principales calles de la capital haitiana, la Grand Rue. Trujillo acompañò a Vincent a la frontera noroestana, y el 17 de abril ambos asistieron a una fiesta efectuada en Monte Cristy...."
La cordialidad imperante en el curso del tiempo y al calor del acuerdo fronterizo, habìa sido asombrosa..."Bajo la placida superficie de estos acontecimientos, se estaban planeando en secreto extrañas cosas. Durante 1936 y 1937, Trujillo se consagrò sistemàticamente a la tarea de urdir un complot dirigido a socavar el règimen haitiano."...El ajuste fronterizo no habia terminado atomàticamente con todas las violaciones por parte de los campesinos, que apenas entendian los conceptos de soberanìa y fronteras. Algùn tiempo antes, Trujillo habìa solicitado que los haitianos intrusos fueran repatriados, y el Gobierno de Port-au-Prince tenìa conciencia de la situaciòn y la consideraba con inquietud."...
El 2 de octubre se encontraba en Dajabòn, y en una reuniòn pùblica declarò, en tèrminos violentos, que las violaciones haitianas no serìan toleradas. ...Encontràndose en Montecristy, sumido en las tensiones del momento y los rumores acerca de las muertes ocurridas durante los ùltimos dìas, le llegò a Trujillo la noticia de que sus màs importantes agentes secretos en Haitì habìan sido descubiertos y liquidados. El complejo de circunstancias adversas fue demasiado para el mantenimiento de su control. Los elementos irracionales e impulsinos de su caràcter emergieron a la superficie, dando de lado toda cautela y sujeciòn. Fue en tan dramàticos momentos cuando Trujillo ordenò emprender las famosas matanzas que irìan por siempre asociadas a su nombre"...
"...Los terribles acontecimientos se produjeron en las
treinta y seis horas que siguieron a la noche del 2 de octubre, tuvieron la
apariencia de la espontaneidad, y posteriormente se hicieron toda clase de
esfuerzos por mantener esa impersiòn...."Aunque la mantanza se extendiò hasta la
bahìa de Samanà, en el extremo oriental, la mayoria de las atrocidades se
cometieron en las zonas limìtrofes y en el cibao occidental. Solamente en
Santiago, el ejèrcito capturò entre mil y dos mil haitianos, los encerrò al
igual que un rebaño dentro de un patio contorneado por dependencias del
Gobierno, y se entregò a la tarea de decapitarlos sistemàticamente con machetes,
siendo utilizada èsta arma todas las veces que fue posible con preferencia a las
de fuego, con el fin de simular un ataque espontàneo de parte del enfurecido
campesinado dominicano...."
"...En Monte Cristy, otro numeroso grupo de haitianos fue obligado a marchar a punta de bayoneta, con los brazos atados, hasta la extremidad del muelle, donde fueron ahogados mediante el sencillo expediente de impujarles a las profundas aguas..."En Dajabòn sobre la orilla del Massacre, miles de haitianos fueron derribados a machetazos y a tiros de rifle cuando trataban de refugiarse en la antigua zona. Los cadàveres obstruìan el rio. Miles de ellos se amontonaban en los oscuros vallejos, en las calles de las aldeas, en los caminos vecinales y en la apacible y verde campiña. Regueros de sangre corrìan por los polvorientos caminos rurales de un lado a otro de la frontera. La sangre goteaba de los carros que transpotaban los cadàveres a distantes barrancales, para no dejar rastro de lo ocurrido...."
"...Con el objeto de probar la alegacion de nacionalidad
dominicana que algunos aterrados haitianos clamaban poseer, se adoptò una
extraña y lapidaria pauta. A cada uno de aquellos se le pedìa que pronunciara la
palabra perejil, y todos los que decian pelegil eran condenados y liquidados sin
mas. Cumplièndo òrdenes militares, se llevaron a cabo exterminaciones incluso de
caràcter individual, en el propio seno de las familias....El caso de un capitan
dio màs tarde mucho que hablar. En cumplimiento de òrdenes directas, y en su
propia casa, descargò su revòlver en el cuerpo de una anciana cocinera haitiana
que durante años habìa sido considerada de la familia".....
"...El nùmero de los que perecieron durante esas horas
del mes de octubre nunca se conocerà con exactitud. Las tècnicas estadìsticas
empleadas en la primitiva matanza son rudimentarias. Las estimaciones van de un
mìnimo de 5,000 a un màximo de 25,000, una cifra entre 15,000 y 20,000
constituirìa un càlculo razonable, pero igualmente sigue estando en el terreno
de conjetural...."
"...Se hicieron agreglos y se fijò una indemnizaciòn de
750,000 dòlares. De esta suma, 250,000 dòlares se pagaron en efectivo, y en
cuanto al resto se estipulò un plazo de cinco años"...
Uno de los de los dominicanos que habìan representado a
Trujillo en las negociaciones posteriores a las matanzas recodaba: "El gobierno
haitiano recibiò 550,000 dolares, pero ellos les dieron a los haitianos dos
centavos por cabeza".
"Elie Lesctot, embajador de Haiti en Santo Domingo
permaneciò ligado a Trujillo, aparentemente sin remordimiento, cultivando sus
ambiciones, su extraordinaria amoralidad y el fatal arte de escribir cartas. Una
carta escrita en 1937, la vìspera de su traslasdo a Washington, se dio a luz màs
tarde. Dirigida a Trujillo, comenzaba asì:
"Gran y fraternal amigo: Dejadme expresar, una vez màs,
mi reconocimiento por la delicada y fina atenciòn que su corazon fraternal le ha
indicado. Su corazòn ha adivinado mi angustia delante una situaciòn econòmica y
escabrosa la vispera de una salida tan inesperada. ¿En què tèrmino y còmo nunca
podrè ya contestar a las atenciones sin nùmero que he gozado de usted desde mi
llegada en esta tierra dominicana que ustef me ha rendido tan querida?..Dios me
permitirà (yo hago el voto) manifestar un dìa mi reconocimiento para usted y los
suyos. Mi familia y yo somos esclavos de su generosidad y su insuperable
bondad."....
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