7 de abril de 2014 a la(s) 17:
REPORTAJE
Espionaje de los 12 años.- Cuando el profesor Juan Bosch regresó de su autoexilio en España y Francia, en 1970, todos sus pasos fueron seguidos, sobre todo entre 1971 y 1977, de manera minusiosa por la seguridad balaguerista.
Informe especial
Juan Bosch bajo el espionaje balaguerista
ANGELA PEÑA
a.pena@.com.do
Entre 1971 y 1977 los servicios de seguridad del régimen balaguerista espiaban a Juan Bosch con delirio impresionante y sus movimientos eran reportados al mandatario en informes confidenciales remitidos por los jefes de la Policía, las Fuerzas Armadas y por embajadores dominicanos acreditados en otros países.
Los momentos en que más se acrecentó este acecho fueron los de la llegada de la guerrilla comandada por Francisco Alberto Caamaño en 1973 y en las vísperas y durante las elecciones de 1974.
No hubo escondites, emisarios, planes, anfitriones, acompañantes del entonces líder del PRD del que no se enterase a Balaguer con precisión de horas, nombres, lugares. Bosch parecía ser una obsesión en las mentes de los influyentes generales de entonces y de guardias y policías de menor categoría dispersos por la República.
Estos “Informes Confidenciales” forman parte de la documentación que la Presidencia de la República trasladó al Archivo General de la Nación y ahora se encuentra en el llamado “Fondo Presidencia”.
El 18 de febrero de 1973, el contralmirante Ramón Emilio Jiménez hijo, secretario de las Fuerzas Armadas, remitió el oficio No. 3601 del 16 de ese mes en el que se informaba que Bosch se encontraba “escondido en la residencia de su íntimo amigo el gerente de la Falconbridge” y agregaba que este poseía escondidas en su casa “varias armas de guerra”.
Asimismo, daba cuenta de que José Francisco Peña Gómez estaba oculto en el kilómetro 13 de la Autopista Duarte, en la casa “de la familia Polanco”, mientras que Rafa Gamundi Cordero, secretario de prensa y propaganda del PRD, se refugiaba “en la calle Palo Hincado, frente al teatro Olimpia”.
El último dato del memorándum firmado por Gumersindo Batista Díaz, “S-2, Oficial de inteligencia de la Primera Brigada del Ejército” era que el “administrador del ingenio Catarey es elemento de tendencia izquierdista” y que había dado empleo a varios agrónomos cuyas actividades afectaban “grandemente al Gobierno”.
Enrique Pérez y Pérez, jefe de Estado Mayor del Ejército Nacional, fue informado del contenido para los fines de lugar y copia de la misiva se envió a José Indalecio Peral Brea, auxiliar de Estado Mayor G-2, y a la Policía Nacional.
J. Ricardo Ricourt, secretario administrativo de la Presidencia, acusaba recibo y aseguraba que Balaguer había “quedado enterado”.
Gobierno comunista. Aunque desde 1971 Juan Bosch era públicamente atacado y burlado en editoriales de Radio Clarín y en columnas periodísticas que parecían sintonizar con el oficialismo, las cuales forman parte del expediente 10491-23, titulado “Bosch”, en 1972 se escribieron informes del profesor tan preocupantes como el que el 11 de mayo le envió Jiménez hijo al Presidente y del cual se dio participación a Ramiro Matos González, jefe de Estado Mayor, Fuerza Aérea Dominicana, interino, quien se lo participó al secretario de las Fuerzas Armadas. Al lado del membrete, escrito a mano, en el de Matos dice “J.2”.
“Este expediente se refiere a comentarios que hacen los perredeístas, emepedeístas, constitucionalistas y demás izquierdistas que actualmente se encuentran en Nueva York, en el sentido de que para las elecciones de 1974 el Partido Revolucionario Dominicano se unirá a los demás partidos de izquierda, tal como lo hicieron en Chile, a fin de ganar las elecciones e implantar en el país un Gobierno comunista”, escribió Jiménez hijo “para la elevada información de Vuestra Excelencia”.
Y en el papel con membrete de “Oficina Asistente para Inteligencia Fuerza Aérea Dominicana, Base Aérea de San Isidro”, firmado por el teniente coronel José I. Martínez González se desglosa el plan.
Para las elecciones de 1974, decía, “Bosch piensa participar pero tratarán de unir al PRD con el MPD, el Pacoredo, el PCD, el 1J4 y todos los partidos de índole comunista del país, así como sindicatos y demás gremios…”.
Agregaba que “si ellos tienen la suerte de triunfar lo que son los generales Pérez y Pérez, Jiménez hijo, Nivar Seijas, Marmolejos Abreu, Osiris Perdomo, Valdez Hilario, Rivera Caminero, Imbert Barreras, Guzmán Acosta, Lluberes Montás y todos los demás jefes serán fusilados y en caso de que se les permita salir a algunos tienen que buscar todo el dinero que poseen y no podrán disponer ni tocar nada de sus propiedades porque todo será del Estado”.
Significa que si no “entregan lo que tienen morirán en la cárcel y en caso de invasión se sacarán” de la prisión, “se vestirán de militares y serán los primeros que se lanzarán al frente desarmados para que caigan muertos por las balas de sus amigos…”.
Señala que tan pronto Bosch ganara en 1974 y se instalara en el Gobierno se crearía una guardia especial que se colocaría en los aeropuertos y sitios donde pudieran tener acceso aviones pequeños y avionetas “para que los ricos y los grandes militares no puedan salir para ninguna parte”. Entre otros datos que parecen de ficción se afirma que Balaguer y sus colaboradores serían enjuiciados por tribunales revolucionarios.
Añadía que Caamaño se encontraba en Cuba con miles de hombres y que entraría clandestinamente al país antes de las elecciones “con el propósito de que si Juan Bosch gana y los militares no le entregan el Gobierno, llamará al pueblo para estallar una revolución igual a la del año 1965” pero en caso de que nada pasare Caamaño permanecería en la clandestinidad “hasta que Juan Bosch pueda tener el control completo del país”, luego saldría y sería nombrado jefe de las Fuerzas Armadas “para que limpie fusilando a los grandes y pequeños que no estén de acuerdo con el sistema que implanten”.
Los “comunistas” manifestaron que “los generales Imbert Barreras, Santos Céspedes, Marmolejos Abreu, Lluberes Montás, Ramiro Matos, Rivera Caminero le hicieron mucho daño a la revolución de abril de 1965 y siempre recuerdan que el general Ramiro Matos tronchó la revolución cuando la inició Tavárez Justo, que los mató a todos, el coronel retirado Benoit y Mélido Marte también la deben, que todos serán guindados por ellos en los árboles de la avenida Bolívar para que el pueblo los vea…”. De todos los reportes este es el único que tiene un matiz novelesco.
Los demás son tan exactos en descripciones de conversaciones y arreglos de Bosch que cualquiera se pregunta cómo es que no describen su respiración.
El 4 de abril de 1972, Jiménez hijo envió a Balaguer un memorándum de Rafael de Jesús Checo, jefe de Estado Mayor del EN que decía: “A las 9.30 a.m. de ayer visitó la playa de Villa del Mar el señor Juan Bosch, saliendo a las 9:40 del mismo día”. El 6 de noviembre de 1971, Neit Rafael NivarSeijas, jefe de la Policía Nacional, reportó a Balaguer: “Ayer a las 4:00 p.m. visitó la ciudad de La Vega el profesor Juan Bosch con motivo de la inauguración del teatro Vega Real, de allí retirándose con destino a esta capital después de realizar un recorrido por las calles en un vehículo. El orden público no fue alterado”.
En próximas entregas se comentarán otros “informes confidenciales” reportando actividades secretas del profesor Bosch.
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