martes, 25 de marzo de 2014

Y CONTINUAMOS CON LA PIEDRA...

AUTOR
Manuel E. Del Monte Urraca.


CASA DE LA UNESCO VUELTA A EMPAÑETAR
Como lo he repetido, desde que empecé con el tema del rescate de nuestro patrimonio histórico, la ciudad de Santo Domingo, fue objeto, desde su fundación en el año 1502, de una furia constructora de edificaciones de todo género, totalmente a imagen y semejanza de las ciudades españolas,... particularmente de las extremeñas, que era de donde proviniera su fundador, el Comendador de la Orden de Alcántara, Frey Nicolás de Ovando.
 La mayoría de estas edificaciones fueron construidas de piedra caliza, que además de ser el material noble con que se construía en esa época, les fue muy cómodo al encontrar una cantera en el sector de Santa Bárbara. Es decir, en mismo entorno de la nueva ciudad.

CASA DE LA UNESCO RESTAURADA
 Y así perduró la mayoría, hasta que llegó el período republicano, durante el cual los dominicanos no entendieron, o no quisieron mantenerlas como habían llegado hasta entonces. De ahí los recubrimientos con un pañete compuesto de arena, cal y tierra. Y, por supuesto, pintados con cal, a la que le daban diferentes colores.
 

LA LLAMADA CASA DE UNESCO
 Pasó el tiempo, y traté de que se impusiera el criterio de devolver, a las que fueran posibles, la fisonomía perdida. Criterio que fue usado en la restauración de varias de las principales edificaciones del XVI, entre las que se encuentran las casas de Nicolás de Ovando, hoy Hostal del mismo nombre, las Casas Reales, y otras.

CASA WEBER ANTES DE EMPAÑETAR
 Pero no todo ha sido color de rosa. Los contrarios a esa teoría, universalmente aplicada, pusieron en práctica la contraria, consistente en aplicar un nuevo pañete cargado de cemento, después de haber desprendido, con suma facilidad, el que tenía.
 Ejemplo de ello son la disparatadamente llamada Casa de la Unesco, y la conocida como Casa Weber.
 La primera tuvo la suerte de que llegara a tiempo quien volver a “desnudarla”, y dejarla como vino al mundo. La otra, fue igualmente desvestida en el cuatreño 2000-2004, revestida, nuevamente, en un cincuenta por ciento, y vuelta a empañetar hace solo unos meses.

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