domingo, 9 de febrero de 2014

CALLES Y AVENIDAS: PROFESORA MARIA NICOLASA BILLINI...

 

9 de febrero de 2014 a la(s) 13:21


 
 
Para la abnegada maestra no fue un honor haber quedado embarazada del arzobispo Meriño. Para la familia de María Nicolasa fue una ofensa y desencadenó la enemistad entre el prelado y el padre Francisco Xavier Billini.

Por Angela Peña
a.pena@hoy.com.do

Haber quedado embarazada de monseñor Meriño no fue un honor para María Nicolasa Billini, a pesar de la importancia del conspicuo sacerdote y de la fascinación que despertaba en otras damas. Para su familia fue una ofensa y desencadenó la enemistad entre el arzobispo y el padre Francisco Xavier Billini porque la gravidez de la abnegada maestra, su hermana, no fue fruto del amor, sino del acoso.

“Ni a la calle salía, se sentía avergonzada. En los Billini hubo una actitud de rechazo y ella escribió cartas a sus hermanas expresándoles que no fue su voluntad, que se presentaron circunstancias molestas y la demostración más grande de que no fue espontáneo de su parte es que Meriño nunca observó un comportamiento paternal hacia la hija, se mostraba indiferente y ajeno”.

Las consideraciones fueron hechas por José Alfredo Rizek Billini, sobrino nieto de la consagrada educadora, gran ausente no solo en libros de texto sino en historias sobre la educación nacional. El parentesco le viene por su madre, Matilde Billini de Rizek, quien hasta su muerte conservó las dolidas y dolientes misivas de María Nicolasa respecto a la censurable conducta del cura.

En la conversación del pariente se advierten dolor, rabia y hasta cierto desprecio por la figura del clérigo y expresidente de la República aunque reconoce valores en el político.

Cuenta que María Nicolasa fundó el colegio “El Dominicano” con el consentimiento de las autoridades eclesiásticas que le cedieron el local contiguo a donde funcionó la Academia Dominicana de la Historia, en la Calle “Mercedes” y que Meriño invitaba a la maestra al Palacio Arzobispal a conversaciones sobre el centro educativo “y dentro de ese escenario ocurrió la deshonra”.

-Fue una violación?-, se le pregunta. “No puedo afirmar que esa situación se produjo en un ambiente de tranquilidad, fue realmente un acoso, él la presionaba con quitarle el colegio y este estaba dentro de una edificación religiosa sobre la cual Meriño tenía la autoridad”, confiesa.

Ese fue el detonante fundamental para la enemistad entre Meriño y Billini”, agrega, en respuesta a consideraciones sobre el particular externadas por Bernardo Defilló, hijo de Fernando Defilló, de la prole del insigne purpurado.

Rizek significa que durante años las autoridades eclesiásticas dominicanas han querido borrar el suceso y que cuando Joaquín Balaguer fue secretario de Educación “despojaron del nombre de María Nicolasa a la escuela que luego pusieron “Brasil”, lo que atribuye también a otros intelectuales ligados a la Iglesia o interesados en congraciarse con ella, como “Manuel Arturo Peña Batlle y Víctor Garrido.

“Yo digo que donde se pone la corona del borrón es con la lápida funeraria, hecha en mármol de Carrara. Estaba en la sacristía del convento de Regina y fue arrinconada y barrida e hicieron una losa completa de granito local. Quedaba al lado del armario de las vestimentas religiosas. Esto sucedió cuando la Orden de Malta hico la remodelación del altar a María Nicolasa la anularon, eliminaron su nombre. Se pregunta: “Porqué había que hacer aquello?” y responde; “Parece que es un resquemor”.

Añade que ä la larga, los hechos históricos se conservaron, ahí está la vida licenciosa del padre Andrickson, de Pin Báez, que observaron el celibato, a diferencia del padre Billini que fue ortodoxo en guardarlo”. Al dolido sobrino hubo que detenerlo para no distraerlo del tema, de la larga relación que llevada de sacerdotes que dejaron descendencia.

Reitera que lo de su tía y Meriño fue distinto a la relación existente entre el mitrado y otras mujeres. Esto es diferente también el caso de Amelia Francasci, cuyo libro “Monseñor de Meriño íntimo”, muy bien impreso y encuadernado, que no e ha vuelto a publicar con tan esmerado gusto, es una expresión de amorosidad y de admiración muy sentimental hacia ese personaje que tenía una figura de emperador”.

La correspondencia de María Nicolasa, asevera, “revelaba un estado de angustia y por momentos su hermano Epifanio, como su hermana Abigail tuvieron la intención de llevarla a Cuba pero ella se negó, pues no quería separarse de sus obligaciones con Francisco Xavier”. La dama frecuentaba el colegio San Luis Gonzaga, fundado por su hermano e impartía algunas materias.

 La hija de María Nicolasa y Meriño se llamaba Abigail y murió a los 12 años de edad, unos dicen que de tuberculosis y otros que de unas fiebres muy fuertes”. Está sepultada en la Catedral a los pies de la tumba de su eximio progenitor. Si la maestra no estaba enamorada del prelado, este por lo menos la llamaba con el tierno apelativo de “Nicol”, según José Luis Sáez. Se ignora si lo usó antes o después de “la deshonra”.

“Completamente irresponsable”. Para José Alfredo Rizek Billini, Meriño fue un padre “completamente irresponsable. Por qué negar la paternidad si es uno de los grandes valores del cristianismo? , cuestiona.

Asegura que no hay evidencias de que el arzobispo viera o buscara a la niña. “Él tenía su objetivo: la grandeza política. Tenía a la mujer en un plano secundario”, comentó.

Manifestó que los Defilló “tienen esa prosapia, y se sienten orgullosos, yo no; no tengo descendencia Meriño, de la familia Billini sí”, dice enumerando nombres y méritos de gloriosos antepasados entre los que hubo además de sacerdotes, un Presidente de la República, dos firmantes del Manifiesto del 16 de enero, soldados de la Independencia y la Restauración, filántropos, luchadores contra la ocupación norteamericana de 1916, miembros de la “Pura y Simple”, entre otros.

José Alfredo, nacido el 26 de abril de 1945 en la clínica “Elmúdesí” narra que el caso de María Nicolasa y Meriño quedó en la intimidad de la familia.

Meriño no iba a los actos del colegio San Luis Gonzaga, pero Billini no dependía de la jerarquía católica para el sostenimiento del colegio ni de la beneficencia ni de nada” .

Se ha dicho que María Nicolasa no era hermana de Billini, sino que la criaron en el hogar del sacerdote, lo que desmiente Rizek. “Sus padres eran los mismos de Billini. El papá tuvo dos familias: con una señora de San Carlos y después con una banileja”.

La educadora nació en Santo Domingo el 6 de diciembre de 1835, hija de Juan Antonio Billini y Ana Joaquina Hernández. Fundó el colegio en junio de 1867. Estaba en la calle Hostos. Fue el primero de enseñanza primaria con asignaturas correspondientes a la secundario establecido en la República. Cerró sus puertas el 1ro. De marzo de 1900. La ilustre pedagoga, según Rizek vivió en la hoy calle 19 de Marzo, cerca de la José Gabriel García. “Era muy religiosa, tenía su reclinatorio en Regina, donde Billini era párroco”.

Murió el 25 de junio de 1903. El arzobispo Meriño oficio el entierro.

 

1 comentario:

  1. Sin desperdicios, este texto es una joya!!!
    Muchas gracias por compartirlo.

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