"...Las naciones son siempre lo que
quieren ser, y no lo que algunos quieren que ellas sean"...-así escribió
el autor de Notas Autobiográficas y Apuntes Històricos, General Gregorio Luperon,
un verdadero hijo de su época, casi increíble, que con la escasez de medios que
contò en su infancia llegara a encarnar la conciencia màs pura, en lo civil y
en lo militar de la Repùblica Dominicana que habìa surgido tan sòlo cinco años
despuès que èl, naciò el 8 de setiembre de 1839.
Su familia?...Pobrìsima, sin ventosos
abalorios de abolengo, naciò en una comunera secciòn de Puerto Plata.
Al hacer historia, escribirìa por mejor
decir, Pedro Ma. Archabault cuenta..." que a los 12 años trabajaba en
el corte de madera propiedad del señor Duboc en Puerto Plata, pocos años
despuès a los 18, abraza para siempre lo que serà su gloria, las armas y la
polìtica, atrincheràndose en la fortaleza San Luis de Santiago en julio de 1857
en un movimiento contra el gobierno de Baez."....
Se entrega en cuerpo y alma a la guerra
restauradora que habrìa de ser su corona en vida y su gloria en la muerte.
Hombre cabal en el campo de batalla y en el seno del hogar patrio, sirvièndole
de muchas maneras: Consejero polìtico, Asesor del Estado, Ideòlogo Republicano,
Presidente de la Repùblica, orientador de juventudes, luchador indomable contra
los entuertos de los tiranos, defensor incansable de la soberanìa nacional
frente a Haitì y España.
Gregorio Luperòn supo ser el mejor, como
diplomàtico , el màs acabado y completo relacionadorpùblico de la Española
apenas conocida y nunca mencionada como repùblica soberana, pues se entendìa que
la isla era una y era Haitì, ante la monumental reina Victoria de Inglaterra,
Otto Von Bismark de Alemania, Grevy y Cambetta de Francia este ùltimo,
pràcticamente fundador de la tercera Repùblica francesa concluìda la guerra
franco-prusiana (1870-71).
Obras son amores y no buenas razones, asì,
quien supo decir y escribir bonituras sobre la patria cuando fue presidente de
ella en 1880 durante el gobierno provisional con sede en Puerto Plata,
demostrò, con hechos palpables lo que escribià y decìa.
Sus ejecutorias de estadista nos lo muestran
un hombre pràctico. Honrado a màs no poder. Recto de intenciòn e inconmobible
en sus principios democràticos. Mejora el servicio militar obligatorio que
rigiò en la Repùblica, pràcticamente hasta la caìda de la dictadura
trujillista. Creò el Cuerpo de Bomberos. Garantizò la libertad de prensa, no
sòlo de palabras hueras sino subvencionando con $40.00 pesos, suma astronòmica
en la època, al mes toda publicaciòn peridìstica que se editara
progubernamental o no; la publicaciòn de libros fue subvencionada con $25.
Alimentò, vistiò y pagò el ejèrcito como debìa ser, y por sobre todas las cosas
posibles defendiò tesoneramente la libertad de todos los dominicanos.
El paìs, como por arte de magia se
tranquilizò. La histeria polìtica tumbadora de gobiernos, que como un millòn de
demonios se habìa abatido sobre la Repùblica desde la caìda del eximio
Presidente Espaillat, que entre los años 1876/79, tan sòlo tres años pusò y
tumbò siete presidentes, un record....(¡¡??)...se calmò.
Pero èl no quiso seguir siendo presidente.
Por màs que se le pidiò. Hablò, y nos lo cuenta en su obra, Notas
Autobiogràficas y Apuntes Històricos, de Bonò, de Billini, de Meriño, de
Casimiro de Mora, incluso del mismo Lilìs, a quien no conocìa en verdad y de
quien luego serìa valiente opositor; èl dijo..." que no, que no, que no
eran indispensables para el paìs los hombres sino la reciedumbre de las
instituciones...el problema es, entiendo, que las instituciones republicanas no
caen del cielo como los aguaceros, sino que son los ciudadanos confiables y
serios"...como lo fue èl, quienes tienen que sembrarlas y cultivarlas,
pero misteriosamente no quiso involucrarse en la regencia del paìs màs de lo
que habìa hecho.
¿Razones?...volvemos a decir, un misterio de
su sòlo corazòn...Es muy probable que si a un gobierno de Cuatro años de
LUPERON, siguiera otro, de cuatro tambièn, de MERIÑO, y otro de BONÒ, y otro de
MOYA, y otro de BILLINI.....otra fuera nuestra historia patria hoy dia...muy
otra, pero tanta belleza no cabe en la realidad!....
Gregorio Luperòn tuvo un sueño que sòlo se
limitò a esbozar no fuera a ser que se convirtiera en pesadilla al despertar,
como efectivamente sucederìa si volviera a vivir, si fuera posible que volviera
a vivir.....
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