Recurriendo a una cita del historiador Cubano Josè Luciano Franco, donde nos dice según su percepción, que en la Repùblica Dominicana se conoce mas la historia de cualquier naciòn Europea, que las de nuestro vecino Haitì. Y no le falta la razòn, puès en sentido general la mayorìa de nuestros habitantes desconoce no solo la historia de Haitì, sino nuestra propia historia, es lamentable, y todos sabemos que es asì, debido a una falta generalizada de cultura, apatìa y màs que nada del gran analfabetismo que tanto en Haiti como en Dominicana impera en las clases mas desposeídas….
No es ésta la que opina en los foros…no es la que està al tanto de nuestra historia y nuestros conflictos sempiternos con nuestros vecinos… Hay que rasgar el velo de misterio con que se trata de cubrir a los protagonistas de la historia, así llegaremos a comprender mejor nuestros pueblos y a comprender mejor a su gente. No se tratará entonces de “conocimientos”, de posibilidades econòmicas ni aùn de enredos…serà la comprensión de naciones hermanas en la comunidad humana, de colaboradores y compañeros en la obra del progreso universal. Se sigue “enriqueciendo” la historia con siempre nuevas guerras y nuevos enredos, pero la gran mayorìa, ya no tienen ni tiempo ni paciencia para estudiar a base de obras doctas pero secas esa historia tan complicada y poco amena.
Desde 1650 hasta fines del siglo XVIII fuè una masa anònima de esclavos sometidos al bàrbaro règimen del colono francès. Viviò al màrgen de la civilización, sin asomarse, desde el Occidente de la Isla, a la apacible y civilizada vida de la parte española, cuya Universidad era faro del saber en las Antillas. La ùnica explicación lògica del tendencioso empeño haitiano lo hallamos en la obra de Emile Naut: “Histoire des Caciques d´Haitì…..”Es verdad –dice que nosotros no somos descendientes de los aborígenes de Haitì, que nosotros somos de otra raza; que no tenemos que agradecer, a tìtulo de herederos inmediatos, a sus costumbres, a su civilización, a sus destinos; que nosotros no nos sentimos ligados a ellos por ninguna simpatia de consanguinidad.
El Dr. Dorsainvil en su Manual d`Histoire d´Haitì, narra el espantable espectáculo de la muerte del fundador de la nacionalidad haitiana cuyo cadáver quedò incompleto porque sus asesinos le cortaron “los dedos de las manos para quitarle màs fácilmente sus sortijas”.
Es por eso que los libros con carácter histórico están tratando de encontrar el remedio, de facilitar y amenizar al publico el estudio de la historia. Tal vez, es esto màs que un simple remedio pràctico…
A muchas personas al parecer le hicieron retroceder y dar continuación al mismo, para de esta forma presentarnos entre paréntesis su defensa y puntos de vista, de estos hechos sangrientos sucedidos en “los turbulentos años de luchas internas y guerras internacionales”…..
No podemos regatearle a nadie su derecho inalienable de tratar de limar a estas alturas de nuestros tiempos, la sanguinaria opresión haitiana, y el desbordamiento incontrolable de todo un ejército sediento de sed de venganza y desmedidos apetitos por despojarnos de lo que realmente por derecho propio nos pertenecía…. hacemos referencia, con suspicacia histriónica, la biografía del Presidente Dominicano Joaquín Balaguer, que aparece en Wikipedia y que lo define como un dictador, no vamos a entrar en divagaciones en cuanto a lo que atañe a la vida de Balaguer, para no distraernos del tema presente…conceptualiza esta biografia como un simple trabajo de relatores de anécdotas o de “Historiógrafos”…. pretendiendo quizás una simbiosis para minimizar con esto los conceptos que muchos vierten al poner en duda narraciones històricas verídicas y para colmo segùn sus expresiones repletas de mitos, manipuladas y descontextualizadas…a tal punto que llega a tachar de mediocres dichas narraciones…...
Esto lo decimos porque copiamos textualmente del libro: “NOTAS AUTOBIOGRAFICAS Y APUNTES HISTORICOS” escrito por el General GREGORIO LUPERON (que ya es mucho decir) narraciones a los que nos suponemos le toca su parte en esta descarga de los epítetos antes mencionados…. es lamentable que para muchas personas los ùnicos hechos històricos que deben aceptarse son los que se adapten y satisfagan su ego como haitiano amante de su patria, màs sin embargo tiene que saber que:… “LA HISTORIA ES TESTIMONIO DE LOS TIEMPOS...LUZ DE LA VERDAD...Y MAESTRA DE LA VIDA"…..,como dijo Marco Tulio Cicerón. Sin historia, no hay horizonte posible. Sin examinar los componentes del pasado y presente, difícilmente se podría planear un futuro proactivo. La interiorización de la urgencia del cambio está atravesada por el conocimiento de sí mismo y la autoconciencia de las propias posibilidades… -…”La dràmatica epopeya humana, la epopeya oculta de unos hombres que necesitan comer y sobrevivir, teniendo para ello que dejar a su gente y emigrar a otro paìs, ha sido precisamente estos marginados entre los marginados, en quienes ha querido fijar su óptica sociológica el autor de “AZUCAR Y HAITIANOS EN LA REPUBLICA DOMINICANA” …”donde ha querido evitar inteligentemente el peligro de que “los árboles no nos dejaran ver el bosque”; y asì , en vez de introducirnos directamente en los “cañaverales haitianos”, nos hace primero sobrevolar por espacios mas amplios, como es el Caribe y por coordenadas históricas màs lejanas en el tiempo, como es el colonialismo, que pueda tal vez calificarse de un fenómeno del ayer, pero sus consecuencias están hoy presentes y son muy actuales…se hace varias preguntas el autor--
¿Por qué EL HAITIANO ACEPTA EL SISTEMA DE NO-ESCLAVITUD DE LOS CAÑAVERALES DOMINICANOS?....¿POR QUE EL DOMINICANO NO CORTA LA CAÑA DE AZUCAR?......Nos habla del Vodù y cita a Karl Marx en su libro “La Contribución a la critica de la filosofía del derecho de Hegel: …”La miseria religiosa es, por una parte, la expresión de la miseria real, y por otra parte la protesta contra la miseria real. La religión es el suspiro de la criatura agobiada por la desgracia, el alma de un mundo sin corazón, del mismo modo que es el espíritu de una época sin espíritu. Es un opio para el pueblo”…... ….
Y las mansas montañas/ Y la caña y la hierba y el mimbre/ Y los muelles y el agua/ Y el camino/ Y los pueblos pequeños/ Y los brazos del hombre màs simple/ SON DEL INGENIO”/ (Pedro Mir) La Repùblique d`Haitì et la Rèpublique Dominicaine”, obra polèmica del Dr. Price-Mars- libro amargo y triste, de acusaciones, de recriminaciones, de resentimientos y de oscuros vaticinios, a veces irónico y a veces agresivo, pero siempre admirable por el estilo y la sabiduría- obliga a una contestación, ajena a toda pueril tendencia, comprensiva de nuestros problemas comunes, encaminada al logro de metas y de objetivos tambièn comunes, que eliminen todo elemento de disensión en las relaciones dominico-haitianas.
Esa obra ingente ganarà en valor para todo el que recorra, a veces con horror y a veces con asombro o con la angustia del patriotismo herido, las dramáticas pàginas de este libro: tres siglos de historia dicen de ellas, en el severo lenguaje de la verdad, lo que Trujillo significa, en este sòlo aspecto, para el nacionalismo dominicano. El 6 de diciembre de 1492, fecha fatìdica que marca la entrada de los haitianos en la historia…nos dice Price Mars…el personal central de esta gran tragedia es el negro, que hace cuatrocientos años, empeñò aquì una feroz batalla contra el mundo entero para hacerle admitir su estatuto de hombre”.
A esta desmedida invocación de un pasado que no le corresponde sino al pueblo dominicano, podrìa dàrsele el calificativo de “extrañísimo haitiano”. Según Price-Mars en su obra, el pueblo haitiano no tiene nada que ver con el descubrimiento de la Isla; nada con la conquista: nada con la colonización; nada con la raza indígena. Su historia comienza aquì hacia 1650, y su prehistoria hay que estudiarla en el Africa tenebrosa.
Desde 1650 hasta fines del siglo XVIII fuè una masa anònima de esclavos sometidos al bàrbaro règimen del colono francès. Viviò al màrgen de la civilización, sin asomarse, desde el Occidente de la Isla, a la apacible y civilizada vida de la parte española, cuya Universidad era faro del saber en las Antillas. La ùnica explicación lògica del tendencioso empeño haitiano lo hallamos en la obra de Emile Naut: “Histoire des Caciques d´Haitì…..”Es verdad –dice que nosotros no somos descendientes de los aborígenes de Haitì, que nosotros somos de otra raza; que no tenemos que agradecer, a tìtulo de herederos inmediatos, a sus costumbres, a su civilización, a sus destinos; que nosotros no nos sentimos ligados a ellos por ninguna simpatia de consanguinidad.
Pero el hecho de habitar hoy el paìs en que ellos vivieron, nos obliga màs que a nadie, a informarnos de nuestros predecesores. Según Price-Mars “la comunidad española fue poblada de elementos blancos mezclados a los indígenas y de contingentes negros que se amalgamaron para formar el pueblo dominicano actual. Reconoce la antipatía que existe entre ambas clases, producto ademàs, de la ausencia entre negros y mulatos haitianos.
Es la disolvente supervivencia de las luchas raciales que convirtieron el pais vecino en campo de Agramante; problema de razas que, como observa Araquistain en su discutida obra “La Agonia Antillana”, estorba la fusión espiritual de las nacionalidades y que indirectamente las debilita…”Las grandes emigraciones extranjeras han sido siempre un peligro de disolución para las nacionalidades que las reciben o por lo menos una rèmora en su formación.
En el caso de los negros antillanos de Cuba (lo mismo que en la Repùblica Dominicana) esos inconvenientes se agudizan: por mutuos prejuicios de raza, por notables diferencias en el nivel de cultura y por hablar lenguas distintas de la española…..pero el peligro màximo que se disuelva la nacionalidad, borra las desventajas menores.
El Dr. Dorsainvil en su Manual d`Histoire d´Haitì, narra el espantable espectáculo de la muerte del fundador de la nacionalidad haitiana cuyo cadáver quedò incompleto porque sus asesinos le cortaron “los dedos de las manos para quitarle màs fácilmente sus sortijas”.
Siguió luego, nos dice, una escena espantosa. El Emperador fuè despojado de sus ropas. Le quitaron las armas…Yoyou le hizo poner sobre dos fusiles, a manera de camilla, y riendo burlonamente dijo: quien diria que este petit miserable no hace mas que un cuarto de hora hacia temblar a todo Haitì. Mientras se encaminaba, ebrio de alegria, hacia Port-au-Prince, varias veces dejò caer el cadáver del Emperador y la muchedumbre, arrojàndose sobre èl, lo apedreò, le picoteò a sablazos. Cuando, media hora después, fuè arrojado en medio de la Plaza del Gobierno, no era reconocible: el cràneo estaba destrozado, los pies, las manos, cortadas. Quedo largas horas, constantemente apedreado por los muchachos…en la tarde, una vieja loca llamada Dèfilèe, metiò en un saco los restos ensangrentados del Emperador y los llevò al cementerio….
Charmant, Legislador haitiano nos dice; “Las principales causas de los numerosos males que asolan a Haitì y la conducen al abismo, son : 1) el prejuicio del color, la aristocracia de la piel; 2) La ignorancia y la codicia de los jefes de Estado; 3) la tiranía; 4) La ignorancia, fuente de la superstición, de la depravación de las costumbres y de las revoluciones”…..
Refs.: 1.-Azucar y Haitianos en la República Dominicana, de Josè Manuel Madruga, ediciones MSC. 1986, Editora Amigo del Hogar. 2.-Invasiones Haitianas del 1801, 1805 y 1822, Emilio Rodríguez Demorizi, Academia Dominicana de la Historia. Editora El Caribe C.x. A. 1955. 3.-Gregorio Luperon e Historia de la Restauración, por Manuel Rodríguez Objio. Editorial El Diario 4.-Notas Biogràficas y Apuntes Històricos. Gregorio Luperon.. Editorial el Diario 1939.
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