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Preparativos
En 1937 tuvo lugar
un acontecimiento de gran trascendencia en Latinoamérica por aquella época, el
Vuelo Panamericano "Pro Faro de Colón", organizado por aviadores
militares de Cuba y República Dominicana. El vuelo debía recorrer los cielos del
hemisferio occidental después de la Quinta Conferencia Internacional Americana,
donde se aprobó unánimemente una resolución que exortaba a erigir Faro
Monumental en Santo Domingo.
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Curtiss Wright CW-19R Colon. Foto del sitio de la FAD |
Este proyecto en honor del Gran Almirante
Cristóbal Colón, se llevaría a cabo con la cooperación de los pueblos y
gobiernos de América. Los gobiernos de Cuba y República Dominicana se hicieron
receptivos del plan. La idea fue apoyada por el Presidente de Cuba
Federico Laredo Bru, el presidente de República Dominicana
Rafael Trujillo, el Jefe del Estado Mayor del Ejército de Cuba
Fulgencio Batista, y el jefe de la Marina de Guerra de Cuba
Coronel Angel A. González. Se formó una escuadrilla que debía
realizar un vuelo de buena voluntad haciendo un llamado fraternal a los pueblos
latinoamericanos para que participaran en el proyecto.
Los hombres y sus
aviones
El vuelo
Volarían tres aviones cubanos
Stinson, uno de la Aviación de la Marina, otro del Cuerpo Aéreo
del Ejército de Cuba (CAEC), ambos de cuatro plazas y uno comprado por la
Sociedad Precolombina, bautizados como las naves de Cristóbal Colón, y un cuarto
avión dominicado. Estaban piloteados por:
- Santa María: Tte. Antonio Menéndez Peláez,
navegante (mecánico: Manuel Naranjo)
- La Niña: Tte. Feliciano
Risetch Amat (mecánico: Roberto Medina)
- La Pinta: Tte.Alfredo
(Fillo) Jiménez Alum (mecánico: Pedro Castillo), además del periodista Frank de
Lugo Viñas para hacer la reseña del vuelo desde el último avión.
- Colon: Mayor Frank A. Féliz Miranda, líder (mecánico: sargento mayor
Ernesto Tejada)
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El Tte. Antonio Menéndez
Peláez era el navegante de la escuadrilla, y ya tenía experiencia de vuelos
a grandes distancias, cuando fue el primer latinoamericano en sobrevolar
solitario en Atlántico en su Lockheed 8A Sirius monomotor, durante
su vuelo Camaguey-Sevilla de 1936. El mayor Francisco Miranda fue uno de los dos primeros
pilotos de la aviación dominicana, y se graduó de piloto en Cuba en el año 1931.
El cuarto avión era un Curtiss Wright CR-19R adquirido por el
Gobierno dominicano en Estados Unidos para participar en el vuelo. Pertenecía al
Cuerpo de Aviación del Ejército Nacional dominicano (CAENA), y era uno de los
dos llegados en enero de 1937.
El vuelo
Estaban planificadas 53 etapas. El 12 de
Noviembre de 1937, a las 09.00 horas despegaron los cuatro aviones del aeropuerto Miraflores en República Dominicana, siendo
despedidos por el Presidente Rafael L.
Trujillo, funcionarios del
Departamento de Estado dominicano, miembros de la Misión Cubana, representantes
diplomáticos, escuelas y público en general. Aterrizan en San Juan de Puerto
Rico, a las 12.40 del mismo día.
El día 14, a las 06.30 horas tomaron vuelo
rumbo a Caracas en Venezuela, aterrizando en el aeropuerto Guaira en Maiquetía a
las 11.20 horas y de allí el día 17 de Noviembre a las 07.15 horas, prosiguieron
a Puerto España en Trinidad. Al siguiente día 18 a las 06.30 horas partieron
para la próxima meta, Paramaribo, capital de la Guayana Holandesa donde llegaron
a las 14.30 horas, después de haber volado 6 horas y más de 630 millas, bajo el
sol tropical.
La tragedia
El día 19 de
noviembre prosiguieron rumbo a Belén Do Pará en Brasil, a 820 millas de
distancia, y de ahí el día 21 a las 13.40 horas, continuaron a ciudad Fortaleza,
Brasil donde aterrizaron a las 16.30 horas después de sobrevolar las selvas del
Amazonas sin ningún contratiempo. En Brasil visitaron Natal, Recife, Bahía y Río
de Janeiro. El 29 de noviembre salieron de Porto Alegre en Río de Janeiro y su
punto de destino fué Montevideo, Uruguay, a donde llegaron a las 12.45 horas del
día 30. Permanecieron allí varios días, y el 3 de diciembre partieron rumbo al
Aeródromo Militar "El Palomar" cerca de Buenos Aires en la Argentina. Cinco días
después el día 8, partieron rumbo a Santiago de Chile donde llegaron el día 9,
luego de una estadía en este país despegaron rumbo a la Paz, Bolivia donde
aterrizaron el día 13, donde en forma similar a los otros países, fueron
agasajados y homenajeados calurosamente.
El día 15 de diciembre, desapareció en
pleno vuelo el avión denominado "La Niña" piloteado por el Tte Feliciano
Risetch, cuando todos se vieron envueltos en una fuerte neblina que forzó el
aterrizaje en Pisco de los aviones "Colón" y "La Pinta". El Avión "Santa María" continuó vuelo aterrizando en
Lima, Perú a las 13.20 horas de ese mismo día.
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Frank Féliz Miranda, líder del Vuelo se despide desde la cabina del avión Colón. Detrás de él, Menéndez Peláez, (Foto del sitio de la FAD) |
Después de una intensa búsqueda sin
resultado positivo los aviones "Colón" y "La Pinta" deciden continuar su vuelo a
Lima, Perú, llegando a las 10.55 horas al aeropuerto de Limatambo. Treinta y
cinco horas mas tarde, después de arreglar desperfectos de radio comunicación,
lograron establecer contacto con la otra nave informando que tuvieron que
aterrizar en el valle de San Juan. Luego de reorganizar a la escuadrilla,
continuaron con la travesía, volando rumbo a Colombia, llegando a Bogotá el 26
de Diciembre.
La tragedia
El día 29, después de revisiones técnicas y
de reabastecimiento de combustible, salieron rumbo a Panamá. A los pocos minutos
de despegar de Bogotá, los tres aviones cubanos se estrellaron en las cercanías
de Cali, Departamento de El Valle a unos 12 Kilómetros, los tres encendidos en
llamas, según reporte de la línea aérea SCADTA. Según informes recogidos en el
lugar de accidente, los aviadores tomaron la dirección del río Cali, hacia
arriba y se encontraron de improviso encajonados dentro de su peligrosa cuenca
dentro de una tempestad y como los aviones iban sobrecargados, no pudieron tomar
suficiente altura para evitar el peligro, lo cual le costó la vida a los siete
heroicos tripulantes cubanos.
Los restos de los aviadores fueron
recibidos en Cuba con grandes escenas de dolor. Se expusieron en el Capitolio
Nacional, y a los funerales asistieron el Presidente, demás miembros del
gobierno, el cuerpo diplomático y miles de habaneros. Fueron exhumados en el
Panteón Militar del Cementerio de Colón. En diciembre de1938 el Cuerpo de
Aviación del Ejército de Cuba (CAEC) realiza un homenaje a los perecidos, cuando
en tres CW-19R, matrículas N° 50, 51, 52 volaron a Cali, Colombia.
En esta oportunidad los aviones cubanos tenían tanques de gasolina adicionales
en la barriga del avión, posiblemente la primera vez que esto se realizaba en
Latinoamérica. En 1940 la Aviación de la Marina cubana efectúa otro vuelo
de buena voluntad "Pro Faro de Colón" por 22 países de América Latina, en un
Howard DGA-8, volando unos 36.000 km sin incidente alguno.
Fuentes y otros
recursos
Reproducido de Cuban Aviation
Reproducido de Cuban Aviation
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